Todas las claves para comprar una casa en pareja
13 Mar 23Aclarad las necesidades de cada uno
Si te has decidido, junto con tu pareja, a comprarte una casa, es importante que antes de iniciar el proceso de búsqueda del inmueble tengáis claras cuáles son las necesidades de cada uno. Para ello, lo mejor es comenzar determinando el tipo de vivienda que queréis y que esta se ajuste a vuestros planes a largo plazo.
Para tomar esta decisión, podéis empezar eligiendo la zona en la que se ubique la casa, partiendo de la idea de que esta resulte favorable para ambos, tanto en lo que respecta a necesidades laborales, como sociales, de ocio y de cultura. También convendría que valoraseis los servicios e infraestructuras que hay en el área, ya que estos pueden aumentar o rebajar su precio con el paso del tiempo.
En cuanto a las características propias de la vivienda, de nuevo tenéis que prever qué necesidades actuales tenéis y cuáles podrían ser estas en el futuro, bien aumentando la familia, bien requiriendo determinadas estancias para realizar nuevas actividades en ellas.
Calculad cuánto vais a gastar
Presupuestar qué va a suponer en vuestra vida la compra de una vivienda es otra de las claves para adquirir conjuntamente un inmueble residencial. Aunque seáis dos para comprar una casa, conviene que antes de dar otro paso sepáis cuánta deuda podéis asumir a título individual, tanto en lo que respecta al pago de las cuotas mensuales de la hipoteca como, antes, aportar la entrada necesaria para comprar la casa.
En este sentido, y como sucede con aquellos compradores que se inclinan por adquirir una casa a título personal, es importante que no destinéis más del 35% de vuestros ingresos a las cuotas mensuales y que tengáis presentes todos los gastos mensuales que tendréis que asumir: desde las cuotas comunitarias, si la propiedad se ubica en un bloque de vecinos; hasta el seguro del hogar, los insumos de la vivienda y sus impuestos anuales.
Igual de determinante es incluir en el presupuesto vuestros gastos fijos mensuales, que pueden ir desde las cuotas de un coche comprado a plazos, hasta los costes de la comida que compartís o el dinero que destináis a salir por ahí, tanto de manera individual como en pareja.
Conoced bien qué estáis comprando
Toda compra de una casa conlleva la firma de una serie de cláusulas y condiciones para los adquirientes, estando estas incluidas en los contratos de compraventa e hipotecario. Por eso, es crucial que conozcáis en detalle lo que estáis firmando, tanto las condiciones a las que os hipotecáis (número de años en los que se extiende el préstamo, tipo de interés que asumís, productos vinculados de los que os responsabilizáis…) hasta los pormenores del documento de compraventa.
Dentro de este último, estad atentos al contenido de la escritura de la vivienda y constatad que el mismo contiene todos los datos necesarios para que podáis defenderos en caso de requerir llevar a cabo reclamaciones, tanto si se trata de una vivienda de obra nueva como de un inmueble de segunda mano.
Seguid los vaivenes del mercado
¿Creéis que el actual es el momento adecuado para comprar? Para responder a esta pregunta debéis analizar dos perspectivas. En primer lugar, tenéis que reflexionar a nivel personal y valorar si vuestros planes de futuro no van a cambiar en el medio y largo plazo, especialmente a nivel laboral, pues pensáis que vais a mantener vuestro puesto de trabajo durante años; nivel de ingresos y no necesitando llevar a cabo una mudanza por este motivo.
A la estabilidad económica debéis sumar la situación del mercado residencial, haciendo hincapié especialmente en la localidad en la que se ubica el inmueble que queréis comprar. Para ello, nada mejor que estudiar la evolución de precios de la vivienda que ha experimentado la zona y cuáles son las perspectivas de futuro que promotoras o intermediarios inmobiliarios tienen en ella.
En paralelo, resulta importante que dediquéis tiempo a pensar sobre aspectos inherentes al mercado residencial, relativos a la sostenibilidad del inmueble y a la eficiencia energética. Es posible que, a priori, comprar una vivienda que cuente con estos aspectos pueda resultaros más costoso en términos económicos. Pero tendréis que valorar si, a largo plazo, la inversión inicial que realicéis no solo se vería amortizada, sino que veríais menguadas vuestras facturas.
No dependáis de terceros para comprar
Las necesidades de cada cliente inmobiliario son distintas, independientemente de que vaya a comprar una vivienda a título personal o en pareja. Sin embargo, aunque a priori el acceso a la adquisición de una casa parezca más sencillo si son dos las personas compradoras, es recomendable que asumáis la responsabilidad y sus consecuencias económicas de manera independiente.
Con ello queremos haceros ver que no tenéis que depender de terceros que funcionen como avales para materializar la compra de la casa. ¿Por qué? Pues porque comprometéis a personas cercanas a vosotros, especialmente vuestros progenitores, que deben responsabilizarse de un hecho cuyas consecuencias pueden ser muy graves y ante las cuales deberían responder. Pensad que ellos podrían perder, en el caso de que no pudieseis asumir la hipoteca, el patrimonio que pusiesen como aval. Por ese motivo, es mejor que esperéis a contar con mayor liquidez.
Elegid la hipoteca que más os beneficie
Las condiciones del mercado hipotecario han cambiado radicalmente en los últimos meses. Con el Euríbor escalando posiciones, son muchos los compradores que se decantan por firmar una hipoteca a tipo fijo o incluso mixto y ahorrarse preocupaciones relativas a los movimientos oscilantes que pueda registrar este indicador.
En vuestro caso, deberéis de nuevo negociar y poner en una balanza cuál es el tipo de hipoteca que más os conviene, en función de cuál sea vuestro perfil y hasta qué punto queréis arriesgaros a lo que os depare el futuro y las fluctuaciones del Euríbor. Pensar que durante una década ha estado en tasas muy bajas e incluso negativas, lo que también afectó a los productos a tipo fijo, que se vieron reducidos, pero ahora la realidad es muy distinta.
Preved las consecuencias legales
Por último, a la hora de comprar una vivienda, es muy importante que seas consciente de las consecuencias legales que pueden darse entre dos compradores que sean novios, sin ningún documento que constante la consolidación de esa relación, y de dos personas que constituyen una pareja de hecho, pues a efectos normativos esta se equipara al matrimonio.
Así, para las parejas de hecho que quieran adquirir un inmueble se vinculará la operación al régimen que rija dicha unión, que puede ser de separación de bienes o gananciales. Las diferencias entre ambos se observan en el caso de que se produzca una separación, pues en el primer supuesto cada miembro de la pareja sería propietario de la parte proporcional de la vivienda que hubiese pagado y, en el segundo, la vivienda sería repartida al 50%.
Por su parte, las uniones legalmente no constituidas van a encontrarse con más problemas, desde el momento mismo de decantarse por la compra de una casa y de obtener financiación para pagarla. Ello se debe a que las entidades creen que asumen menos riesgos teniendo como clientes a parejas consolidadas.
Por eso, los expertos del sector recomiendan que, en caso de noviazgo, las parejas que vayan a comprar una vivienda firmen un documento ante notario en el que constaten cómo procederían a actuar en caso de ruptura. Con él se establecería entre ambos miembros de la pareja un régimen de gananciales, que regularía sus derechos de copropiedad.
Para dejar todo atado, este documento debe concretar:
- Cantidad de dinero que cada miembro de la pareja aporta para la materialización de la compra.
- Cantidad de dinero que cada miembro de la pareja aporta a la hipoteca.
- En caso de separación, acciones a seguir.
- Cómo proceder en caso de que un miembro de la pareja quisiese quedarse con el inmueble.
*Fuente: Pisos.com