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Los datos corroboran esta previsión. El último lo ofreció hace pocos días el Instituto Nacional de Estadística (INE): la firma de hipotecas aumentó en agosto un 66,9% hasta superar las 30.000 operaciones. Es la cifra más alta en este mes en 11 años y la tasa interanual más elevada de la serie histórica.

Los expertos del sector coinciden en asegurar que es un buen momento para comprar una vivienda. "La situación derivada de la pandemia ha sido un acelerador en la compraventa de inmuebles impulsada por unos tipos de interés históricamente bajos y por los cambios en las necesidades de los compradores que han generado un importante repunte en las ventas”, confirma José Luis Bravo, director de Residential Sales en Savills Aguirre Newman.
El 67% de las hipotecas que se firmó en agosto fue a tipo fijo, según el INE. Esto se debe a que este tipo de hipotecas “genera certidumbre al comprador al saber que su cuota no variará en el futuro si los tipos de interés suben”, explica Daniel Cuervo, director general de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA) y secretario general de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCEspaña). “Con este tipo de hipoteca, el comprador se blinda durante todo el periodo frente a las subidas de los tipos de interés”, añade Luis Corral, CEO del Foro Consultores Inmobiliarios.

La evolución de los precios de la vivienda

A pesar de la recuperación económica, los futuros propietarios deben prestar atención a “la evolución de los precios de la vivienda, que puede ir al alza en los próximos años, al igual que los tipos de interés", señala Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas.

El importe de las viviendas está experimentando, de momento, leves subidas. Francisco Iñarreta, portavoz de Idealista, sostiene que “los precios de la vivienda no han bajado durante la pandemia; al contrario, estos subieron tras el primer confinamiento y actualmente mantienen leves incrementos”. María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, explica que “los precios están aumentando a ritmos muy contenidos, con una subida interanual de un 2,5% en septiembre, y se espera un pequeño descenso en el mes de octubre. Para 2022, es probable que se vean pequeñas fluctuaciones de precios al alza, provocadas por el auge que está teniendo la demanda de compra de inmuebles”.
Este aumento de los precios tendrá un mayor impacto en las viviendas de obra nueva, según el servicio de estudios de Tinsa, “debido al aumento de los costes de las materias primas y de la energía, y a la escasez de mano de obra, dos factores que, si se prolongan en el tiempo, pueden acabar trasladándose a los precios”.

También la inflación puede alterar el contexto actual de precios estables. “Si la inflación continúa subiendo puede afectar a la recuperación económica y derivar en una subida de los tipos de interés”, argumenta Joan Carles Amaro, profesor del departamento de finanzas, economía y contabilidad de ESADE.

Las ventajas de comprar una vivienda de obra nueva

Aunque la oferta de viviendas de segunda mano continúa siendo mayor que la de inmuebles de nueva construcción, un 80% frente a un 20%, apunta Ferrán Font, director de Estudios de Pisos.com, Cuervo opina que es un “momento favorable” para adquirir una vivienda de obra nueva: “Fundamentalmente por los ahorros que supone desde el punto de vista energético y por contar con unas calidades superiores”.

Además, es posible encontrar viviendas de nueva construcción con las características que más demandan los compradores tras la situación derivada de la COVID-19, como espacios más amplios, terrazas, jardines y zonas comunes.

En este sentido, Font asegura que "el foco de la demanda volverá a estar en las ciudades", después de que la crisis sanitaria haya producido un aumento del interés por vivir a las afueras. "En 2022 habrá una corrección de la tendencia anterior" y nuevamente los compradores se interesarán por las viviendas “que estén cerca del trabajo o del colegio de los hijos”.

*Fuente:Cinco Dias.