Los expertos prevén que la vivienda se encarezca un 5% en 2018 y 2019
20 Sep 18"El escenario es duplicar el negocio", explica José Antonio Pérez, director de la Cátedra Inmobiliaria del Instituto de Práctica Empresarial (IPE). El pronóstico de Pérez va acompañado de unas previsiones halagüeñas. El gran protagonista del sector es el segmento residencial, que copa la mitad del mercado.
La escuela de negocios especializada en el sector inmobiliario estima que la vivienda se encarezca un 4,9% este año, que cerrará con un precio medio de venta de 150.661 euros. Para 2019, el incremento de precios se elevará al 5,2% y en 2020 será del 3,4%, según el XXVI Pulsímetro Inmobiliario, presentado ayer por el IPE. Madrid es la comunidad que tira del sector, copando más del 20% del negocio. Aunque se mantienen las tres velocidades en el mercado, Pérez señala que precios y compraventas crecen a buen ritmo en Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía -con capitales como Málaga a la cabeza- y, en menor medida, Cataluña, algo lastrada por el procés.
Este recalentamiento del mercado residencial viene respaldado por dos factores: la elevada demanda y la escasez de suelo disponible. Esto en un entorno macroeconómico de creación de empleo, bajos tipos y facilidad para acceder a la financiación. Este escenario convierte al sector inmobiliario en el refugio del ahorro.
"La demanda lo está absorbiendo todo", explica Pérez. IPE estima que 2018 cerrará con 536.905 viviendas vendidas, un 14% más que el año pasado. El ritmo es algo más moderado que en 2016, cuando el incremento fue del 24%. Sin embargo, esto apunta a una clara consolidación del sector, con aumentos sostenidos en el tiempo, del 6,5% en 2019 y del 8,1% en 2020, cuando se prevé que se rompa el techo de las 600.000 viviendas, con 618.580 unidades vendidas. En cuanto a la composición del mercado residencial, aunque pueda parecer que la mayoría de las compraventas se producen en activos de segunda mano -éstos copan más del 80% de las operaciones, según los últimos datos del INE-, lo cierto es que hay una tendencia bastante pareja. Tal y como explican los expertos del sector, en un mercado residencial que no haya sufrido alteraciones de crisis, la balanza vivienda nueva-usada se mantiene en un 50-50. En el caso de España, tras la crisis, muchos bancos se quedaron con viviendas en dación de pago, y estas viviendas ahora se venden como usadas, a pesar de ser nuevas. Los expertos calculan que el porcentaje de viviendas en bancos está en el 30%, lo que explica la diferencia de la balanza.
En la obra nueva, explica Pérez, "la proyección es que se duplique el negocio, lo que implicaría duplicar el empleo y la economía". Sin embargo, añade, "por falta de mano de obra especializada y de falta de suelo no sabemos si podremos". Como consecuencia de ello, hay un calentamiento en el mercado, "con precios al alza desmedidamente". IPE prevé que el número de visados se sitúe en 2018 en 129.560. Sin embargo, apenas habrá 64.901 proyectos terminados. "Hay muchos visados pero pocas licencias", explican los analistas, que apuntan a un gap entre los ritmos de visado y concesión de licencias.
En ese sentido, Pérez critica las políticas que restringen la salida del suelo. "Cuando el suelo privado se bloquea incrementa los precios del existente".