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La luz natural es, sin dudarlo, la forma de iluminación más ecológica y económica. Si tu casa tiene una buena orientación solar, aprovecha esta fuente de energía. Permite su entrada sin obstáculos. Si tu vivienda es más oscura, decántate por paredes y mobiliario en tonos claros que reflejen la luz y den sensación de claridad.

Un espejo estratégico, puertas con vidrieras o tragaluces tubulares, que te permitan amplificar la entrada del sol allí donde no tienes ventanas, son soluciones que te permitirán aprovecharte de esa iluminación natural que te falta y que dará más vida a tu hogar.

Más allá de la decoración, ten en cuenta, además que si eliges electrodomésticos de alta eficiencia, que en principio te pueden suponer una inversión más alta, a la larga supondrán un ahorro en el consumo eléctrico.

Ideas decorativas para ahorrar en el consumo de gas

En lo que se refiere a la temperatura del hogar, aprovéchate también de las soluciones decorativas que te permitirán no sólo conseguir una casa más bonita, y adaptada a tus gustos, sino a su vez un hogar más confortable y sostenible que, de paso, te permita reducir la factura del gas.

Cuando de lo que se trata es de conseguir que la vivienda resulte más cálida, los textiles son grandes aliados. Las cortinas en tejidos aislantes y térmicos -al igual que la pintura térmica- te servirán para aislar la casa del frío, sobre todo cuando se trate de viviendas que den al norte y en lugares donde el otoño y el invierno resulten especialmente fríos.

Del mismo modo, las alfombras son ideales para reducir el consumo de calefacción en invierno ya que con ellas lograrás tener una buena sensación térmica. Guárdalas en la época estival porque absorben el calor y suben la temperatura de las estancias. De este modo, ahorrarás en calefacción o aire acondicionado y conseguirás un ambiente más cálido y acogedor, en las estaciones más frías, y más fresco, en primavera y verano.

Suelos, muebles y pintura

Los suelos y muebles de madera son también un buen aislante de temperaturas. Así es que, si tu casa es fría y quieres seguir bajando el gasto en calefacción, entonces elige un material tan noble como la madera. Para este fin es una alternativa ideal.

Cuando de lo que se trata es de alcanzar ambientes más frescos que nos permitan no recurrir a aires acondicionados o ventiladores, piensa primero en el color. Las casas pintadas en blanco o en tonos claros como los beige o los crudos no absorben el calor así es que siempre nos van a aportar sensación de más frescura en los diferentes espacios. 

Si tienes la oportunidad de pintar las paredes exteriores de blanco o de cubrirlas con materiales claros, tenlo en tu mente como opción porque te ayudará de manera notable a resguardar la vivienda del calor.

Piensa en los blancos o cremas para toldos y sombrillas, conseguirás una sensación de lo más agradable si en verano el mobiliario lo acompañas con menaje y textiles en colores vibrantes o naturales. 

Y volvemos a las cortinas, porque igual que en casas frías nos ayudan a bajar el consumo de calefacción, si optamos por ellas en viviendas donde el sol penetra por las ventanas con intensidad, en tejidos ligeros, estas serán un magnífico as para proteger el hogar del calor externo.

Eso sí, elige textiles aislantes preparados para la radiación solar. Con esta decisión decorativa evitarás el deterioro de la propia cortina, protegerás tus muebles de esa radiación solar y reducirás la factura por consumo eléctrico en aires acondicionados.

*Fuente: Pisos.com