Estamos preparados para vivir en ciudades inteligentes.
4 Mar 21Hace tan solo unos años al hablar de smart cities o ciudades inteligentes nos imaginábamos las ciudades del futuro, pero hoy ya estamos viendo como las ciudades se han transformado en un lugar mejor para vivir en el que las personas y las cosas se interrelacionan mediante apps y sistemas de gestión que hacen nuestra vida mucho más cómoda, eficiente y sostenible. “Las ciudades son un organismo vivo que tiene que adaptarse a las necesidades de la población. En este sentido, el propio concepto de ciudad inteligente busca responder a esas mismas necesidades. No se trata únicamente de tecnología, sino también de modelos urbanísticos y de transporte que nos permitan construir una comunidad más eficiente, sostenible e inteligente”, explica Rosa Peña, directora general de operaciones en Vía Célere.
En las grandes ciudades como Madrid y Barcelona vemos surgir cada día nuevos sistemas de movilidad: VTC, vehículos compartidos eléctricos o de gas, motos, bicis, patinetes. Las ciudades necesitan adaptar sus infraestructuras y sus normativas a esta nueva realidad casi imposible de prever, de modo que se regula después de que estas soluciones estén en la calle funcionando, con los inconvenientes que esto ocasiona. Y dentro de este marco los edificios no pueden quedarse atrás y tienen que construirse inteligentes y acompañar a las ciudades en esta transformación. El ciudadano necesita un lugar donde refugiarse y un entorno para compartir. Los nuevos hogares deben pensarse para atender los mismos objetivos: eficiencia, sostenibilidad, innovación, seguridad e inclusión.
Hablamos mucho de tecnología, pero ¿estamos preparados en España para vivir en ciudades inteligentes? “Sí, estamos preparados, de hecho, este concepto es un modelo al que aspirar para solucionar muchos de los problemas actuales de nuestras ciudades. Se está avanzando muy rápido hacia una ciudad conectada y con una movilidad más ágil y sostenible. Sin embargo, en este proceso de cambio, uno de los factores clave será la transformación de los propios edificios, que al mismo tiempo conllevará más tiempo adaptar y modernizar. No cabe duda de que las nuevas construcciones ya incluyen soluciones que permiten no solo una mayor conectividad, sino también una mayor calificación energética” afirma Rosa Peña, quien asegura que un ejemplo de esto son las propias construcciones que, a partir de un diseño óptimo que reduce la demanda, utilizan energías renovables y sistemas de climatización, agua caliente, iluminación, etc., para lograr la mayor eficiencia en lo que a consumo de agua y energías se refiere, además de reducir la huella de carbono. Sin embargo, el parque de vivienda español es muy antiguo, por lo que será necesario un amplio esfuerzo de rehabilitación hasta adaptar las instalaciones ya existentes a los estándares de una Smart City.
Hoy en el mundo solo hay una ciudad 100% inteligente. Se trata de Songdo en Corea del Sur, una ciudad de solo 120.000 habitantes. Si bien la inversión para el año 2022 en esta ciudad será de 40.000 millones de dólares para transformar la ciudad, se estima que hoy los habitantes gastan un 40% menos que en ciudades normales. Si tomamos en cuenta las grandes ciudades, Singapur, Helsinki (Finlandia) y Zúrich (Suiza) ocupan los tres primeros puestos del ranking del IMD Smart City Index 2020, que mide la percepción de los habitantes sobre el alcance y el esfuerzo que sus ciudades realizan para convertirse en smart cities. Este año dicho índice ha estado marcado por la presencia del Covid-19, por lo que los resultados reflejan en gran parte la gestión de la pandemia. En este ranking hay ciudades españolas como Madrid, Bilbao, Barcelona y Zaragoza que en 2020 escalan posiciones respecto al año anterior.
Los beneficios de vivir en una ciudad inteligente serían múltiples. En primer lugar, con modelos inteligentes de tráfico y una mayor oferta de transportes compartidos, los desplazamientos serían más rápidos y menos contaminantes.
Por otro lado, el contar con toda la información de cualquier servicio en el móvil también aumenta la comodidad y el aprovechamiento del tiempo. Por otra parte, uno de los factores más relevantes será el de la sostenibilidad energética. Una ciudad inteligente con una planificación urbanística eficiente permitirá aprovechar mejor el suelo disponible, construyendo ciudades más verticales, con una mayor concentración de la población y, por tanto, una mayor eficiencia energética, de agua y de servicios generales. Esto, combinado con un mayor uso de las energías renovables nos conducirá hacia ciudades más limpias, saludables y ecológicas. “El mero hecho de asegurar que una ciudad es “inteligente” significa que aprovecha al máximo los recursos a su disposición para lograr la máxima satisfacción de las necesidades de sus ciudadanos. Es necesario incurrir en una planificación urbanística y de movilidad más eficiente, apoyada en las nuevas tecnologías y en la conectividad con el ciudadano”, concluye Rosa Peña.
Como ejemplo de ciudad inteligente podemos citar el proyecto Madrid Nuevo Norte, la mayor intervención de regeneración urbana de Europa. “Madrid Nuevo Norte ofrece los requisitos que permiten crear una verdadera ciudad inteligente: poder abordar su diseño desde la fase de planeamiento y hacerlo sobre la base de un modelo urbano compacto y denso, que acompañe y refuerce el resto de medidas que se vayan a implantar, priorizando la movilidad inteligente, la eficiencia en el consumo de recursos y la economía de escala. Se trata de crear un modelo de ciudad inteligente desde cero y eso nos está permitiendo dimensionarla para que cuente con la más moderna red de telecomunicaciones y de infraestructuras urbanas inteligentes, no sólo teniendo en cuenta la tecnología actual, sino con la suficiente flexibilidad para que su diseño esté abierto a los avances futuros” explica Javier Dorao, coordinador de Innovación y Sostenibilidad de Distrito Castellana Norte, quien asegura que “en Madrid Nuevo Norte estamos trabajando la implantación de la ciudad inteligente a diferentes niveles: a escala de distrito, con infraestructuras y servicios urbanos inteligentes; de barrio, para conseguir que el espacio público se adapte al usuario; sin olvidar la propia edificación, tanto de viviendas y oficinas como de edificios públicos, incidiendo en la eficiencia de las instalaciones y su interconexión con la ciudad.”
Los Ecobarrios o barrios sostenibles en las ciudades
Los Ecobarrios, pueden ser una herramienta de urbanización que mejore la calidad de vida de sus habitantes y un elemento que participe en la transformación de las ciudades. Todos los modelos de Ecobarrio coinciden en cuatro ejes principales. 1.-Estructura Urbana: donde el espacio pasa a ser un área más sostenible que no afecte ni a las personas ni al entorno. El Ecobarrio pretende lograr una regeneración ecológica rehabilitando lo construido. 2.-Transporte: se pretende reducir las distancias y acercar los elementos a los ciudadanos, con una buena red de transportes. 3.-Eficiencia y Sostenibilidad ambiental: donde es primordial preservar los ciclos naturales de la energía y los materiales. En los Ecobarrios se gestiona eficientemente el consumo de agua y se tiende al reciclado. También se utilizan energías renovables, así como materiales de bajo impacto. 4.-Aspectos Sociales: es una transformación urbana que bebe de una transformación social y de la creación de una conciencia de barrio, al asumir sus habitantes los valores del ecobarrio como propios. “Los Ecobarrios, pueden ser una clara herramienta para la innovación y el aprendizaje en la mejora del tejido urbano de las ciudades”, afirma Ana Elisa Rodríguez, directora de la Fundación Gómez-Pintado de Vía Ágora.
*Fuente: Eleconomista.es