El modelo colaborativo en la construcción, la respuesta para reducir costes
13 Jun 22La guerra en Ucrania ha acentuado un problema que se estaba dando ya en España. Hemos visto como el petróleo, gas natural o el aluminio han tocado máximos históricos y el coste del níquel ha alcanzado su récord en una década. Además, el incremento del precio de la energía afecta directamente a la producción de materiales necesarios para la construcción como el cemento y la cerámica.
"Las mayores subidas se han dado desde el mes de septiembre de este año hasta la fecha, con subidas en los costes de construcción del entorno del 12%, pero el sector ha demostrado estar preparado y lo hemos visto en los años de pandemia que ha producido al 100%. No creo que lo que hoy estamos viviendo con la subida de precios, la inestabilidad geopolítica, la falta de materias primas y de suministros nos haga estar en riesgo en el sector de la construcción, tenemos retos que afrontar, pero para eso siempre hemos sido un sector flexible que sabemos planificarnos. Sí creo que tenemos que buscar un entorno colaborativo entre todos los agentes para poder paliar esto y es tal vez la asignatura que nos toca ahora", asegura Javier Sagüés, director general de la constructora Arpada.
Los expertos del sector apuntan a un proceso colaborativo de construcción como respuesta a los retos actuales. El procedimiento colaborativo lo definimos como un proceso conjunto donde promotor, constructor, project manager y proyectista trabajan conjuntamente desde el inicio, con el objetivo común de reducir incertidumbres y riesgos. ¿Cuáles son los gastos que se pueden evitar para reducir los costes finales?
"Hay que optimizar las cuatro patas que tiene un proceso de desarrollo que son el capital humano, los materiales, los equipos y el tiempo. Si optimizas esto has triunfado. Se tiene que eliminar todo lo que no sirva ni para el diseño, ni para la construcción, ni para el producto final, que es el uso que se va a dar al edificio. Por eso, es fundamental que desde el minuto cero estén todas las partes aportando valor y esto hace que el proceso sea más barato y tengamos el producto que queremos. Y así es como lo estamos aplicando en nuestra plataforma de viviendas en alquiler en Lar donde estamos obteniendo muy buenos resultados", afirma Concha López Rodríguez, directora técnica de Residencial Iberia en Grupo Lar.
En el mercado de la edificación ha surgido esta necesidad de medidas colaborativas frente a lo tradicional por las circunstancias actuales. "Anteriormente muchos constructores lo han pasado mal porque no podían hacer frente a un entorno inflacionista y ahora se está dando un cambio social y todo el mundo demanda que no se hagan las cosas a espaldas de los demás y que mire cada uno solo sus intereses. Hay que traer la experiencia de las constructoras a las fases más tempranas del proyecto y esto se soluciona haciendo un anteproyecto y abriendo un proceso de selección de la constructora para definir el proyecto con un precio máximo garantizado. A partir de ahí se empieza a trabajar en colaboración con un proyecto básico y se abren los tramites de licencia y en ese tiempo, que es dilatado, se trabaja en el proyecto hasta que arranca la obra. De esta forma se abre una vía de optimización de costes", apunta Jorge Cicuendez, director de proyectos del área residencial en Meis Management Services.
Tradicionalmente, el diseño se ha hecho en obra, y esto siempre ha traído algunos tropiezos por lo que es fundamental que el diseño se haga desde el principio. "Nosotros como arquitectos somos el centro del proyecto. En la redacción del proyecto hay muchas partes implicadas, pero esto tiene muchas ventajas en la toma de decisiones desde el principio, de esta forma se cuenta con la experiencia de la constructora que es muy importante para optimizar los costes y que luego en obra no haya desviaciones. Nuestro estudio de arquitectura está empezando ahora a entrar en este tipo de proyectos colaborativos en España, pero internacionalmente se utiliza mucho la figura de diseño y obra, donde la parte constructora está desde el principio y así los proyectos funcionan mucho mejor que en los que hay dos partes independientes. La transparencia entre la promotora y la constructora es fundamental para controlar los costes", explica Javier Higueras, socio del Estudio de arquitectura HCP.
En este sentido Sagüés asegura que "estamos haciendo trajes a medida donde semana a semana se esté definiendo el proyecto conjuntamente y esto tiene unos costes brutales, ahí no podemos optimizar, eso tiene que estar en la fase de proyecto y hay que alargarla e involucrar a todos los agentes. Si somos capaces de introducir a los fabricantes e industriales podremos tener la flexibilidad de cambiar un material por otro o un proceso por otro, y ahí, sí podemos ahorrar y abaratar el proceso. Hay que hablar de digitalización porque el sector está totalmente preparado, nos falta un proceso de industrialización, una transformación digital y para eso hay que desarrollar el proceso BIM, que no es más que un proceso colaborativo y al final tendremos la digitalización de proceso y a partir de ahí la inteligencia artificial, porque estamos preparados".
Como conclusión, López apunta que "el sector se estabilizará y el futuro lo veo con procesos colaborativos, confianza, digitalización y mirando hacia la industrialización, que no hay que confundir con la prefabricación que lo llevamos haciendo hace muchos años. Al final el futuro va hacia lo que vaya demandando la sociedad porque es de donde salen los usuarios y los agentes que participamos".
*Fuente: Eleconomista.es