El Gobierno lanza la primera línea de avales por 20.000 millones con una garantía del 80%
25 Mar 20Montero ha confiado en la buena voluntad de las entidades para trasladar al tejido industrial el dinero, lo que "no ve ningún problema" y ha asegurado que el mecanismo de los avales se irá ajustando en función de los resultados del mismo. Una vez se vayan consumiendo los recursos, el Gobierno activará nuevos tramos de líneas hasta alcanzar el objetivo máximo de los 100.000 millones.
Dado el grado de confianza en el sector financiero, el Gobierno ha dado libertad para que cada banco determine el tipo de interés que aplicará en los créditos avalados atendiendo a la solvencia y a los riesgos de cada cliente. Los plazos de vencimientos alcanzarán los cinco años.
A falta de conocer nuevos detalles, en principio las condiciones iban a establecer que las primeras pérdidas de estos recursos las asuma la banca, con el fin de reducir el riesgo de agujero para las arcas del Estado, siguiendo el modelo belga.
El Ministerio de Economía es consciente del papel que tendrán las entidades en esta crisis, ya que serán ellas las que canalicen los fondos para que las empresas puedan sobrevivir y se destruya el menor empleo posible. Pero tampoco quiere poner en riesgo las cuentas públicas, por lo que pretendía fijar limitaciones y condiciones. Para el Gobierno no han sido tan importantes los umbrales de la garantía, sino la letra pequeña de la articulación de las operaciones
Además, los avales solo estarán disponibles para nueva financiación o renovaciones. En ningún caso para empresas que hubieran tenido problemas de insolvencia con anterioridad a la pandemia. El Ejecutivo quiere evitar que compañías que ya pasaban por apuros se beneficien del plan, ya que se han lanzado para mitigar exclusivamente las consecuencias del virus en la economía.
De esta manera en España, se implantarán los modelos aprobados en otros países, como el alemán o el belga, aunque en el primero la línea de avales contempla garantías de hasta el 90% en algunos casos, umbral al que el Gobierno no ha querido llegar. Esta cobertura también está recogida en el proyecto francés.
Por otro lado, según las conversaciones, las entidades podrían soportar las primeras pérdidas de estos créditos. Esta fórmula ya se utilizó en las ayudas otorgadas por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en la crisis financiera para rescatar antiguas cajas de ahorros y es la que aplicará Bélgica, que está tomando como modelo. Con este sistema el Gobierno blinda en parte al Estado de previsibles minusvalías derivadas de los impagos a corto, medio y largo plazo. Hay que tener en cuenta que la Línea ICO Directo, que prestó con avales unos 550 millones en 2010 y 2011 a las empresas, tuvo una morosidad del 36%, un nivel que podría ser nimio en función de la evolución de los acontecimientos y la intensidad de la pandemia.
Una veintena de entidades se han adherido a la línea de 400 millones del ICO para ayudar al turismo, cuyo aval se limita al 50% y el tipo de interés máximo es del 1,5%, lanzado hace días. La semana pasada eran apenas ocho bancos.
*Fuente: El Economista.