Conectado en casa, en la oficina y entre ambas: cómo la pandemia cambiará los edificios
28 Ene 22La histórica clasificación de las ciudades entre donde dormimos (en casa) y donde vivimos (en el centro de las metrópolis, donde están las oficinas y el comercio) ha desaparecido de un plumazo con la pandemia. El auge del teletrabajo motiva que hoy los trabajadores estén conectados en casa, en la oficina, y en el camino de una a otra, lo que obliga a los promotores inmobiliarios a concebir edificios más flexibles y más digitales.
Esta es una de las conclusiones del estudio Live. Work. Connect, elaborado por WiredScore, compañía especializada en tecnología y conectividad digital dentro de hogares y oficinas. A partir de una encuesta a personas que han comenzado a trabajar o estudiar desde casa en Europa, el informe aborda cómo los cambios de hábitos que deja la pandemia transformarán también el real estate.
En primer lugar, las casas han cambiado. Más de la mitad de los españoles adultos que han trabajado o estudiado desde casa aseguran hoy que son más productivos en sus hogares que en la oficina o la universidad. Antes de la pandemia, la cuota llegaba sólo al 37%.Además, el informe apunta que hay otros factores que influyen en cómo los ciudadanos valoran el teletrabajo, como la calidad de la conexión desde casa, el impacto en el bienestar personal o el apoyo que ofrezca la compañía.
En este sentido, el 62% de los encuestados creen que los empleadores tienen la responsabilidad de proveer apoyo financiero para pagar las facturas de Internet y el 53% afirman que tener una pobre conexión a Internet desde casa les ha causado estrés.
La valoración de todos estos factores sitúa a España como el mejor lugar de Europa para teletrabajar, seguido de Irlanda, Francia, Suiza y Noruega, según el estudio de WiredScore.
Los europeos también necesitan estar conectados cuando no están ni en casa ni en la oficina. Para muchos, el tiempo de commute es parte de su jornada laboral, y el 81% se conectan a Internet durante este tiempo (el 31% específicamente para trabajar).
Por último, también las oficinas tienen que cambiar, una vez dejado atrás el clásico modelo de trabajo de lunes a viernes y de nueve a cinco. El 41% de los europeos sitúan la calidad de la conectividad digital como la prioridad en la oficina, pero para el 51% es mejor la conexión en casa que la que se encuentran en sus lugares de trabajo. En España, ese gap es particularmente acusado: los españoles son, junto con los franceses, los que mejor valoran su conexión en el hogar en relación con la de la oficina.
La oficina del futuro debe ser flexible y dinámica; eficiente en costes, sostenible, inspiracional y adaptada de forma impecable a las necesidades del usuario -argumenta el informe de WiredScore-; en otras palabras, la oficina del mañana será un espacio inteligente que sirva como una razón para ir a trabajar, en lugar de sólo un lugar de trabajo”.
Pero los cambios no se centrarán únicamente en la oficina. “El futuro del sector inmobiliario exigirá que los edificios en los que vivimos, trabajamos y nos conectamos sean capaces de evolucionar y adaptarse continuamente a las necesidades del usuario”, explica el informe. “La conectividad digital debe ser una prioridad para los propietarios, promotores y empleadores para continuar siendo relevantes, evitar obsolescencia, atraer y retener a los mejores talentos”, concluye.
*Fuente:Ejeprime.