Ciudades circulares para una economía circular: objetivos, retos y proyectos en marcha
12 Mar 21La economía circular, según el propio Parlamento Europeo, “es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido”. O lo que es lo mismo, reducir los residuos al mínimo de forma que los pocos que haya vuelvan de nuevo a la cadena de valor.
Las ciudades que aplican la economía circular son aquellas que planifican la gestión de sus residuos de forma tal que estos tengan un valor al final de su vida útil, en lugar de terminar en vertederos o incinerados. Por ejemplo, mediante el reciclaje o la reducción en el uso de materias primas. Y, además, estas ciudades aplican medidas de circularidad como la compra de material reciclado o el impulso a una industria basada en componentes locales.
De este proyecto ha derivado la ‘Declaración de Ciudades Circulares’, de la que tanto Murcia como Sevilla son firmantes, y que puede sintetizarse en el siguiente decálogo:
- Establecer objetivos y estrategias de economía circular para proporcionar una dirección común para la transición circular local.
- Concienciar sobre las prácticas circulares en nuestra administración y entre los ciudadanos y las empresas locales.
- Involucrar directamente a las partes locales e interesadas de la sociedad civil, el sector privado y la comunidad investigadora en el desarrollo de planes e iniciativas de economía circular, esforzándose por hacer que la transición sea inclusiva y ayude a nutrir tanto los modelos de negocio circulares, como la economía compartida y la economía reparadora.
- Incorporar los principios de circularidad en los procedimientos de planificación urbana, infraestructuras y gestión de activos.
- Aprovechar la contratación pública para promover el mercado de productos y servicios circulares.
- Aplicar incentivos económicos y buscar oportunidades para utilizar medidas fiscales destinadas a fomentar el comportamiento económico y social circular.
- Fomentar un marco normativo local que permita y fomente los mercados de materiales secundarios, la reparación, la reutilización y los sistemas de intercambio.
- Colaborar con los gobiernos nacionales y las instituciones europeas para establecer un marco político y normativo adecuado para la transición circular.
- Supervisar los progresos realizados y el impacto de nuestras actividades de economía circular.
- Informar a ICLEI (Local Governments for Sustainability) sobre los avances en la consecución de los compromisos anteriores.
Uno de los puntos clave de todas estas iniciativas es el de probar con varios enfoques en paralelo a lo largo de cientos de ciudades europeas, de forma que se obtengan datos de qué funciona y qué no. Y es que uno de los pilares básicos de las ciudades circulares es compartir información con sus vecinas.
*Fuente: HuellasbySareb.