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¿Qué es la construcción industrializada?

La construcción industrializada es aquella en la que los componentes que entran a formar parte del sistema para construir un edificio son fabricados industrialmente en un lugar distinto al emplazamiento de la obra, mediante procesos industriales y posteriormente son trasladados a esta para ser montados y ensamblados.

La propia definición de la construcción industrializada garantiza parte de la Economía Circular del Proyecto, porque requiere de un proyecto de ingeniería industrial donde la optimización de procesos, recursos y materiales es intrínseca en el mismo. Al consumir menos recursos en la fabricación de cada componente, optimizar al máximo la utilización de materiales y realizar un reciclado controlado y eficiente de los pocos residuos generados, estamos mejorando la Circularidad del Proyecto. Además, el sistema de construcción industrializada permite la de-construcción o desmontaje de los edificios (evitando su demolición) y el reciclaje de los materiales y componentes utilizados en un alto porcentaje.

Diferencias con las viviendas prefabricadas

Resulta importante diferenciar los conceptos de industrialización y prefabricación. “La industrialización se realiza mediante procesos industriales, más o menos automatizados o robotizados. Considero que la industrialización es la solución para los problemas que tenemos en el sector de la construcción, pero como toda revolución industrial, necesita tiempo para una completa y correcta implantación. La prefabricación es un paso intermedio más rápido de implementar a corto plazo pero que no mejora los costes de la construcción, sí el plazo y la calidad, sostenibilidad, etc.”.

Con los métodos prefabricados para construir viviendas (u otro tipo de edificios) se trabaja fuera de la parcela, en naves industriales, pero los métodos constructivos utilizados son similares a los que se realizan si la construcción fuera on site.

Menos tiempos y, también, menos mano de obra

Tanto la prefabricación como la industrialización acorta notablemente los tiempos de construcción. La diferencia de los dos sistemas constructivos en cuanto a la falta de mano de obra es que, en el caso de la prefabricación, se traslada el problema a la fábrica, pues se emplean métodos y procedimientos aún muy manuales. Sin embargo, “en la industrialización (aún muy incipiente en España y Europa) los procesos son industriales, más automatizados y robotizados, por lo que, no solo se reduce notablemente la mano de obra en sustitución de procesos y maquinaria, sino que, además se reduce mucho el precio de fabricación al atacar directamente la variable productividad y bajar los costes de producción”.

Ventajas de la industrialización

La industrialización es el futuro obligado de la construcción en España y en todo el mundo, según la experta. Los motivos, son varios, algunos intrínsecos del sector y otros extrínsecos, pero en general, destaca:

• La escasez de mano de obra especializada.

• La necesidad de reducir costes y optimizar calidad.

• Las nuevas exigencias de sostenibilidad, eficiencia energética y digitalización de la agenda 2030-2050 de la Unión Europea.

Las principales ventajas de la industrialización, que son: la reducción del tiempo de ejecución, el control de costes, mejora de calidad, la mejora la sostenibilidad sobre todo en cuanto a economía circular, eficiencia energética y gestión de residuos, mayor trazabilidad, menores costes de mantenimiento y, por lo tanto, del ciclo de vida útil de la vivienda. Otra cuestión importante son las mejoras en la seguridad de ejecución para el trabajador, lo que provoca una reducción de los riesgos laborales.

La industrialización también puede aplicarse en reformas

Es mejor apostar por la construcción industrializada en obra nueva que en las rehabilitaciones de viviendas, aunque es posible en las dos. El motivo nos lo detallan: “en obra nueva nos permite pensar y diseñar el proyecto desde cero con sistemas donde todo está perfectamente diseñado e industrializado permitiendo implementar el resto de los componentes con precisión milimétrica, escalabilidad, seriación y todo ello sin perder diseño y arquitectura. En las reformas las limitaciones son mayores tanto estructurales como de arquitectura, normativa, etc. En este caso, la prefabricación o industrialización parcial es más idónea”.

Las cifras de la industrialización

El porcentaje de casas industrializadas en España es inferior al 2%, una cifra muy baja respecto al resto de Europa y que tiene en cuenta tanto las viviendas unifamiliares como los bloques de pisos. El futuro, sin embargo, augura una mejor penetración de este sistema constructivo para dar respuesta a los tres grandes retos que ocupan las agendas de la industria europea: la descarbonización, la sostenibilidad y la digitalización.

*Fuente HOLA