Bien informado, de entre 35 y 45 años, con un presupuesto medio de 335.000 euros y en busca de una residencia de reposición.

A grandes rasgos, éstas serían las características del perfil actual del comprador de vivienda de obra nueva. Las empresas promotoras han puesto el foco de su actividad en el cliente, y las nuevas promociones responden a sus demandas y al tipo de hogar que requiere. Hay quien considera que, en la etapa del boominmobiliario, se dejó de lado al comprador. Primaban las ventas y las cuentas de resultados de las promotoras.

Ahora las empresas centran el tiro en el comprador y "piensan en familias jóvenes que presentan nuevos intereses, costumbres y formas de vida. Ofrecen hogares para toda la vida, fuera del centro de las ciudades, en barrios y localidades colindantes", explica Manuel Balcells, director general de la inmobiliaria Inbisa.

El directivo hace hincapié en que es un comprador muy informado sobre las distintas promociones existentes en el mercado, "gracias a las nuevas tecnologías y las redes sociales".

"El perfil más habitual que nos encontramos es el de una persona con pareja, de corte más masculino que femenino, de entre 30 a 45 años. Con pareja e hijos, con un alto interés por la tecnología y un estilo de vida saludable", definen desde Altamira.

En la edad media del comprador la mayoría de promotoras coincide en ubicarlaentre los 30 y los 50 años. En cuanto al sexo, hay datos que alzan a la mujer como la principal compradora. Así lo afirma un estudio de Aedas Homes, que dibuja el siguiente retrato robot del comprador de una casa nueva en España: mujer, española, casada, de 35 a 44 años y propietaria de una residencia.

Este último dato es característico, ya que va ligado al tipo de hogar que se busca en estos momentos: el grueso de la demanda es para una vivienda de reposición.

Son familias que han esperado durante los años de crisis y ahora compran una casa mejor y más grande, después de vender la anterior. Según un estudio del portal Fotocasa, el 42% de los compradores apunta a la mejora de la residencia actual como el principal motivo de adquisición. El informe de Aedas Homes sitúa en un 43% los potenciales compradores que demandan un hogar de reposición.

El piso, la vivienda preferida

En cuanto al tipo de vivienda más buscado, la tendencia general se decanta por los pisos, según los informes de Fotocasa y Aedas. Casas unifamiliares, apartamentos, áticos y adosados configuran las otras modalidades más solicitadas.

El precio y la ubicación siguen siendo los dos principales condicionantes que pesan en la decisión. "Si bien se detectan otros factores que empiezan a entrar en juego en la decisión, como la confianza en la empresa promotora", señala Iván Rodríguez, consejero delegado de iKasa.

De la misma opinión es David Botín, director de Promoción Inmobiliaria del grupo constructor navarro ACR. "El precio es clave, especialmente para el cliente que adquiere por primera vez una vivienda, que se define por un perfil de entre 25 y 35 años", explica Botín.

Con la vuelta del consumo y de la confianza del cliente, alentados por el actual contexto de crecimiento de la economía, el presupuesto para la compra de una vivienda se ha incrementado. Así lo detectan en Metrovacesa, una de las inmobiliarias que han vuelto con fuerza al escenario inmobiliario. "Identificamos que su presupuesto se ha visto incrementado respecto al año pasado, adquiriendo viviendas de 3 dormitorios cuando antes solo podían permitirse la compra de 2 dormitorios", apuntan desde la compañía.

Ahorro para el bolsillo

El factor medioambiental pesa igualmente en la decisión de compra. Se valora que las casas cuenten con equipamiento eficiente energéticamente, que ayude a contaminar menos en el entorno y, además, ahorre en la factura de luz. Un beneficio muy a tener en cuenta por el propietario.

"Los perfiles más jóvenes, que están especialmente sensibilizados con el impacto social, valoran positivamente la inclusión de elementos innovadores, sostenibles y tecnológicos como la domótica, como factor relevante a la hora de la toma de decisión de compra. Los nuevos clientes demandan un nuevo modelo relacional con el asesor que le acompañe en su proceso de compra, más cercano y transparente, donde prima lo digital versus lo presencial y lo experiencial versus lo visual".